En la región hay muchas variedades de papas y alimentos como el frijol chocho, que solo crecen en lugares de gran altitud, y la gente del campo cultiva estos productos únicos.
Las personas que viven en las comunidades de altura enfrentan dificultades de bienestar. Esto se incluye salud mental hasta manteamiento de temperatura corporal normal por el frío y al viento fuerte y las normas de genero. Muchas veces sus caras están rojas y secas, y pueden desarrollar gripe u otras enfermedades. En muchas de estas comunidades no hay acceso cercano a médicos, hospitales ni a sistemas de salud con medicinas modernas. Por eso, muchas personas recurren a hierbas, medicinas naturales y también a creencias tradicionales para cuidar su salud. Por ejemplo, si alguien se siente mal, su mamá puede pasarle un huevo por el cuerpo para sacar “la mala” que lo está enfermando. Además, la calidad del agua puede causar parásitos y otras enfermedades, y muchas mamás sienten con frecuencia dolores de espalda y de rodillas debido al trabajo físico.
La gente se adapta a su ambiente utilizando materiales locales, como la tierra, para construir casas duraderas, seguras, económicas y resistentes. Hierven el agua y cocinan con especias; también toman hierbas y bebidas calientes para cuidar su salud. Cuidan sus chacras y venden sus productos en los mercados. Las personas se relacionan con las montañas con un respeto profundo por las fuerzas de la Pachamama y, en especial, por los cerros. Creen que deben tener cuidado al subir muy alto, porque allí viven figuras poderosas y criaturas de las historias ancestrales.