Mi Camino a Cuerpo de Paz Perú

Recuerdo que, cuando visité mi nuevo colegio por primera vez, el docente de educación física me dio una bienvenida muy entusiasta. Me dijo que sería una estrella del voleibol y del baloncesto, ya que medía 1.85 metros y seguiría creciendo hasta alcanzar 1.90 cuando ingresara a la universidad. Con el apoyo de mis padres, ese nuevo docente, y muchas oportunidades para jugar en equipos competitivos de baloncesto (AAU) y voleibol con mi escuela, donde jugaba junto a compañeras mayores, fui desarrollándome como deportista.

Mi proceso para conseguir una beca universitaria fue largo, pero me permitió aprender muchas habilidades: cómo comunicarme con entrenadores profesionales, cómo manejar mi tiempo entre los estudios y los entrenamientos, cómo mantener una alimentación saludable y cómo organizarme durante los viajes casi semanales para visitar universidades, competir y buscar oportunidades deportivas.

Finalmente, decidí asistir a Harvard College y jugar baloncesto allí. Estudié psicología, y más adelante me enfoqué en los sistemas y políticas educativas de distintos países. En mi segundo y tercer año sufrí dos contusiones muy fuertes, lo que me impidió continuar jugando al mismo nivel. Al final de mi tercer año, quería conocer nuevos países y culturas, y romper con la rutina estresante en la que vivía. Así encontré un programa llamado Coach for College, en el que pude viajar a Vietnam para trabajar con estudiantes universitarios estadounidenses y vietnamitas enseñando deportes, inglés, ciencias, matemáticas y un curso llamado “Habilidades para la vida”. El programa duró un mes durante mi verano, pero cambió mi vida para siempre.

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